Psicoterapia infanto-juvenil

¿Sabías que los niños sufren igual que los adultos? Los niños sienten, tienen miedos, inseguridades, envidias, se ponen nerviosos, tristes, e incluso veces se sienten culpables o avergonzados. En cierta manera al ser niños, en la mayoría  de los casos no tienen los recursos y herramientas suficientes para entender qué les está ocurriendo y qué hacer con ello para encontrar una solución. 

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Como ellos a veces no pueden hablarlo directamente, suelen ser los síntomas los que hablan por ellos. Los síntomas que deben alarmar dependerá de la edad, intensidad y duración, como por ejemplo: problemas del sueño (pesadillas, terrores nocturnos, insomnio), problemas de la alimentación, problemas de la piel o cólicos en los bebés, dificultades en la escuela, rabietas o problemas de conductas, dificultades de atención y concentración, enuresis y encopresis (incontinencia fecal o urinaria), fobias, tics nerviosos etc. 

Después de un primer acercamiento junto a la ayuda de los padres se valora,  la situación del menor y a través del juego se trata de comprender el sufrimiento. 

En otro sentido, la adolescencia es entendida como una etapa de la vida marcada por la aparición de cambios corporales, el interés hacia el mundo exterior, la experimentación y la búsqueda de nuevos ideales. Los motivos más  frecuentes de consulta son: fobias, fracaso escolar, inhibiciones, falta de ánimo, depresión, crisis de identidad sexual, acoso escolar y abuso de sustancias.