Algunas veces las dificultades que pasamos en la vida nos generan gran sufrimiento y nos hundimos. Por ello, en esas situaciones, nos podemos plantear la ayuda de un profesional en salud mental. Nos acompaña y orienta ante aquellos problemas generadores de malestar y sufrimiento emocional, psíquico.
Indico a continuación, algunas situaciones en las que puede resultar de gran ayuda acudir al psicólogo:
- Cuando sentimos tristeza, apatía, falta de motivación, sensación de pérdida de sentido de nuestra vida.
- Cuando nos consideramos incapaces de ver el vaso medio lleno o nos cuesta disfrutar de las cosas de manera continuada.
- Cuando percibimos todo lo que nos rodea como amenazante o invalidante.
- Cuando nos sentimos solos, incomprendidos o desatendidos.
- Cuando tenemos miedos que nos impiden relacionarnos, salir a la calle, permanecer en un determinado contexto o lugar, hablar en público, viajar…etc.
- Cuando tenemos la sensación de pérdida de control y acabamos comportándonos de manera agresiva o llorando desconsoladamente.
- Cuando consumimos tabaco, alcohol, u otras drogas, o perdemos mucho dinero apostando o jugando, y a pesar de ser conscientes de los perjuicios que esa conducta genera en nuestra vida y en la de los que nos rodean, seguimos comportándonos de la misma forma y manteniendo esos “hábitos”.
- Cuando el estrés o la ansiedad se traduce en síntomas como dermatitis, insomnio, dolor de cabeza, problemas digestivos, cardiovasculares, sexuales…etc.
- Cuando en nuestras relaciones nos resulta muy difícil comunicarnos y dialogar sin la existencia de enfados, estallidos de ira, gritos, desplantes…
- Cuando vivenciamos con un nivel elevado de angustia alguna dificultad sexual, generando o aumentando problemas como impotencia, falta de deseo.
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